Cuando eres misericordia para otro es simplemente apreciar a la otra persona desde su esencia más profunda y decidirte ser luz para ella.

Ver el juicio que está ahí, el egoísmo, la envidia, el odio, el orgullo, la indiferencia y en lugar de huir despavoridos. Decidirte ser luz para esas personas. Eso les permite prosperar, crecer y desarrollarse adecuadamente.

De la misma manera el dolor que recibe una persona en este mundo es misericordia en el mundo por venir.

O sea que lo que sufrimos aquí nos acerca más a él. No me refiero e sufrir por el EGO que nos mantiene ciegos y sordos a las necesidades del prójimo. Me refiero a todo lo que vive una persona por amor a la luz.

Ser luz es brindarnos de manera incondicional en lo que Dios decidió poner en nuestra película. Ya que Él es el que determina el camino que toma la vida de todas las personas.

No es casualidad el camino que se desenvuelve ante tí. ¿Lo aceptas?, ¿Lo amas?, ¿Te entregas? ¿Eres Luz en ese camino?, ¿Apoyas?, ¿Ayudas?, ¿Te das?, o ¿SÓLO BUSCAS TU PROPIO BENEFICIO Y BIENESTAR PERSONAL?

Mientras sólo busques tu bienestar te encuentras incapacitado para ser un canal de esa misericordia que se necesita para establecer el mundo.

Tal vez estés en ese estado egoísta no y puedes afectar el curso de tu vida. Se que es difícil ser luz en medio de la obscuridad, pero es lo justo, es lo necesario.

Si una persona en medio de las situaciones de su trabajo, relaciones, etc. Elige pensar sólo en su bienestar sin tomar en cuenta  al del otro, la obscuridad no desaparece.

Pero si la persona elige ser luz con el otro aunque aparentemente no lo merece entonces la obscuridad de esa misma persona se ilumina.

Por eso cuando el creador desea ayudar a alguien le envía a otra persona que necesita ayuda para que elimines tu propia obscuridad.

La gente llega a tu vida necesitando ayuda por que el que necesita eliminar el caos y la obscuridad eres tú mismo.