En los tiempos antiguos, los sabios de Israel enseñaban que la abundancia no es solo una cuestión de riquezas materiales, sino una bendición espiritual que se recibe a través de la conexión con la luz divina. Esta luz no es algo que se pueda forzar ni manipular, sino que debe ser recibida en humildad y disposición. La Kabbalah cristiana, una tradición milenaria que busca entender los misterios del Creador a través de las escrituras y la meditación, nos invita a caminar hacia esa luz, a abrir nuestros corazones a la abundancia de la vida, como Él lo disponga.
En este artículo, exploraremos cómo aceptar la luz en nuestras vidas es el primer paso hacia una abundancia genuina, y cómo esto se conecta con los principios más profundos de la Kabbalah y la enseñanza cristiana. Te invito, al final, a unirte a nosotros en un curso de Kabbalah que se realiza todos los lunes a las 5:00 p.m. (hora CDMX) en el grupo de CentroNanobios en Facebook, donde profundizaremos más en estos temas.
La Luz como Fuente de Abundancia
La Kabbalah nos enseña que el mundo está lleno de “luz divina”. Esta luz es la energía espiritual que emana de Dios, y todo lo que existe en el universo es un reflejo de esa luz. En términos kabbalísticos, esta luz se conoce como la Or Ein Sof, la “Luz Infinita” que fluye del Creador y da vida a todo lo que existe. No hay nada que escape de su alcance, pero el acceso a esta luz depende de nuestra disposición para recibirla.
En el libro de Génesis, cuando Dios crea el mundo, dice: “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” (Génesis 1:3). Aquí encontramos el primer acto de creación, un acto de pura generosidad divina. La luz, como la manifestación del amor divino, es la base de toda abundancia. Es el principio fundamental que da vida y permite que todas las cosas se materialicen. La luz de Dios no es solo un concepto abstracto, sino una realidad concreta que se puede sentir y experimentar en nuestras vidas.
Aceptar la Luz: Un Acto de Humildad
La luz divina se encuentra disponible para todos, pero no podemos recibirla a menos que estemos dispuestos a abrirnos completamente a ella. En la Kabbalah, se habla de la “Vasija” o “Kelim”, la cual representa nuestra capacidad para recibir la luz. Sin embargo, si nuestras vasijas están llenas de orgullo, egoísmo o temor, no podrán contener esta luz. En otras palabras, nuestra disposición para recibir la abundancia espiritual está directamente relacionada con nuestra capacidad de vaciar nuestro corazón de todo lo que nos impide ser receptivos a Dios.
Jesucristo, en su sabiduría infinita, nos enseña sobre esta disposición en Mateo 5:3, cuando dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.” Esta humildad, esta pobreza espiritual, es el medio por el cual nos abrimos a la luz divina. Así como una copa se llena solo cuando está vacía, nuestra vida se llena de la luz de Dios cuando estamos dispuestos a despojarnos de nuestras propias preocupaciones y ambiciones egoístas.
En el libro de Isaías 60:1 encontramos una hermosa invitación: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” Este versículo nos recuerda que la luz de Dios ya está presente en nuestras vidas. La tarea no es buscarla, sino simplemente aceptar que está aquí, disponible para todos los que se abren a recibirla.
La Abundancia de la Luz en Nuestra Vida Cotidiana
Aceptar la luz divina en nuestra vida no es algo que se logre de inmediato, ni es un acto único. Es un proceso continuo, una práctica diaria de fe y confianza. Como dice en Filipenses 4:19, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Esta abundancia no solo se refiere a lo material, sino también a la paz, la sabiduría y el amor divino que nos son dados cuando nos abrimos a la luz de Dios.
En la Kabbalah, se habla de la importancia de la “recepción con gratitud”. Al recibir la luz, debemos hacerlo con un corazón agradecido, reconociendo que todo lo que tenemos es un regalo del Creador. El acto de recibir con gratitud amplifica la luz y nos permite experimentar una abundancia que va más allá de lo físico.
Un Llamado a la Comunidad
Si deseas profundizar en el entendimiento de la Kabbalah cristiana y aprender cómo puedes aplicar estos principios en tu vida para aceptar la luz y la abundancia que Dios tiene para ti, te invito a unirte a nuestro curso semanal en CentroNanobios, todos los lunes a las 5:00 p.m. (hora CDMX) en nuestra página de Facebook. Durante estos encuentros, exploraremos más a fondo las enseñanzas de la Kabbalah, cómo conectar con la luz divina y cómo vivir una vida plena y abundante.
Este curso no es solo una oportunidad de aprender, sino una oportunidad para formar parte de una comunidad que busca, a través de la fe y la sabiduría, crecer juntos en abundancia espiritual. No importa en qué punto de tu vida te encuentres, siempre hay espacio para más luz.
Recuerda, la abundancia no es algo que se obtiene a través del esfuerzo o la lucha, sino que es el resultado de abrir nuestro corazón a la luz de Dios, confiar en Su provisión y vivir con gratitud. Como dice el Salmo 23:1, “El Señor es mi pastor; nada me faltará.”
Te esperamos con los brazos abiertos en este viaje hacia la luz y la abundancia. ¡Que el Creador ilumine tu camino!