Cuando cumplimos con la voluntad de Dios, tu pareja va a fluir con un amor verdadero hacía ti.
Pero cuando no fluimos con su voluntad entonces tu esposa va a ser un verdadero demonio.
O sea que en realidad Dios nos expresa nuestro nivel de conexión que tenemos con Él a través de lo que vivimos en nuestro matrimonio.
Si la pareja cumple con la voluntad de Dios va a fluir el amor entre ellos y van a tener PAZ, ese es el indicador del nivel espiritual de esa pareja.
Los sabios enseñan que cuando la luz de Adán llego a este mundo, el sol y la luna lo vieron y se oscurecieron. Pero en el momento en el que comió del árbol prohibido por Dios perdió ese estado y tuvo que adquirir un cuerpo.
Al principio la unión de Adán y Eva eran solamente espiritual, no había apetito físico o lujuria.
Cuando un hombre cuida su pureza sexual provocará en su esposa alegría y PAZ. El Pacto con Dios para que haya paz se encuentra en el trato que tiene todos los días el Esposo con la Esposa y la manera en la que se unen sexualmente.

Cuando una mujer rechaza al esposo, no desea estar cerca de él o existe cualquier problema en la relación. Esto se debe a que el marido no está teniendo un comportamiento sexual correcto.
O sea que toda la vitalidad y alegría de la mujer dependen del hombre. Es por eso que él debe invertir mucha atención en ella y amor.
La barrera que impide que ella sienta verdaderamente su amor es el apetito sexual y lujuria que el tiene.
Cuando el quiere unirse sexualmente a ella, él deja de dar y quiere recibir, deja de ser fuente de vitalidad y por ello deja de tener dominio sobre la situación, ahora él se esclaviza a ella. Todo esto ocurre en el inconsciente.
Entre mayor es el deseo del esposo, la repulsión de la esposa hacía él será inversamente proporcional. Puede llegar un momento en que para ella sea un verdadero calvario sostener relaciones sexuales con él, por el deseo tan desmedido de recibir que él tiene.
Los hombres muchas veces confunden el amor y la lujuria. Piensan que es lo mismo, pero los sabios enseñan que AMAR ES DAR Y LA LUJURIA ES TOMAR CON EGOÍSMO.
Al terminar la relación sexual basada en la lujuria de pronto él ya no quiere saber nada de ella, y ella se siente utilizada.
La lujuria lleva al hombre a tomar a la mujer sin amor y respeto. El amor que se construye con base en un deseo sexual o un interés distinto no produce frutos buenos.
Un esposo que está con su esposa por lujuria en el futuro acabará odiándola.
Un hombre que ve a otras mujeres o que coquetea con ellas va a producir que su esposa lo odie. Un hombre que es infiel produce odio en la esposa.

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El trato a la esposa
El esposo siempre debe ser cariñoso, cálido y afectuoso en especial antes de tener relaciones sexuales.
A la mujer le interesa la consideración y la intimidad espiritual. Cuando ella recibe esa intimidad entonces surgirá en ella un deseo sexual por el esposo.
El éxito en los negocios, la cantidad de sustento, la facilidad para obtenerlo, si le llega con satisfacción o con dolor, depende del amor y respeto que le da a sus esposa.
Y ese amor tiene que ver con corregir la lujuria…
Alegrar a la esposa es dirigirse a ella con una voluntad verdadera de unirse emocionalmente, con paciencia y delicadeza. Alabarla, darle amor y cariño, escucharla, expresar gratitud por lo que hace por él, decirle lo importante que ella es.
Esos son los pasos para llegar a la intimidad sexual adecuadamente y haya una verdadera fusión de conciencias, beneficiándose mutuamente
La mujer no tiene ese deseo lujurioso, ella sólo desea estar con su esposo. Si hubiera una mujer diferente podía ser un alma masculina encarnada en un cuerpo de mujer.
Cuando la lujuria es irresistible se generará un círculo vicioso:
- El satán provoca un apetito sexual hacia ella
- Ella sentirá repulsión hacia él
- Habrá críticas y degradaciones del esposo ante la esposa para demeritarlo y que lo aborrezca aún más.
- El sigue queriendo tener relaciones y ella lo seguirá rechazando
- La separación

¿Qué se puede hacer para romper el círculo vicioso?
- Alejarse de lo que provoca la lujuria
- Cuidar lo que uno ve por internet [NO PORNOGRAFÍA]
- Hacer los 10 salmos [16, 32, 41, 42, 59, 77, 90, 105, 137, 150].
- Hacer mikvé una vez a la semana
- Pedirle a Dios ser liberado constantemente de la lujuria
Si buscas la Paz debes deshacerte de la lujuria
La paz se alcanza sólo cuando la mala inclinación es sometida a la voluntad divina.
Los hijos de aquel que domina su mala inclinación no irán por mal camino.
Encuentra fácilmente los medios de subsistencia, posee buena memoria y vive en alegría.