Los sabios enseñan que el sustento Dios lo define en cada Rosh Hashana
Dios provee de sustento a todas las criaturas independientemente de ¿Cómo se esfuercen?, de la inteligencia que tengan o incluso del nivel espiritual.
Una persona que confía en la provisión amorosa de Dios, piensa en dinero lo menos posible por que tiene fé.
Hay dos formas de vivir en los negocios:
- Sabes que todo lo que se te entregó en los mundos espirituales lo vas a recibir ya sea de esa persona o de otra persona, en este negocio o en ese otro, hoy o mañana. Vives tranquilo por que sabes que Dios te sustenta en abundancia.
- No tienes fé y vives nervioso y estresado y caes en la tentación de hacer negocios fraudulentos y prohibidos. La vida es un tormento y no tienes paz ni de día ni de noche.
El sustento ya te fué asignado. Si te conduces de manera honesta o no de cualquier manera recibirás la misma cantidad de sustento que te fué asignada. La cantidad que puedes recibir tanto si eres honesto o no es la misma, la diferencia es la calidad de vida que tienes.

Las ventas
Sabemos que todos los productos que están a la venta en este mundo se encuentran regulados por Dios, quien determina ¿Cuando? y ¿A quién se venderán?. Él mueve todo el UNIVERSO para que cada producto llegue a las manos de su dueño en el cielo.
“Cada cosa tiene su momento y tiene que llegar en determinado momento a determinada persona, por que esa persona tiene la misma raíz de esos destellos que hay dentro de dicho objeto”
Cada negocio se lleva a cabo por que Dios decide que así se haga. Por eso como vendedor no puedes tratar de persuadir o forzar una venta que no tiene en su destino existir. Cuando un vendedor presiona y vende a fuerza de su insistencia sin que el comprador sienta una conexión con el producto atrae pobreza y caos a su vida.
Hay productos que se venderán muy rápido y otros que no y de todo esto es Dios el que decide lo que pasará con ellos.
Los clientes no son los que traen el sustento a nuestra vida…. ES DIOS…
Como vendedores de nuestros negocios no debemos forzar ventas o persuadir a la gente a que nos compre, debemos dejar que la gente que sienta una conexión con nuestros productos nos compre sin forzar nada.
No debemos adular a los clientes o hacerlos sentir distintos de lo que son y sienten por libre albedrío. Una persona que en el cielo es dueña del producto o servicio que vendemos va a sentir una conexión.
Si hay un vendedor que convence a alguien de comprar algo con lo que no conecta el cliente el creador lo dejará y tendrá esa persona que vivir las consecuencias de sus acciones.
Cuando elegimos tener fé y dejar que Dios se encargue de nuestro sustento, entonces el sustento empieza a fluir sin interferencia.
Cuando una persona actúa como si fuera la causa de su éxito desde arriba lo hacen tropezar para que acepte la verdad. Dios es el que sustenta y te lleva de la mano con abundancia en todo momento.
“El compasivo nos dará el sustento con felicidad y no con aflicción”
Puede ocurrir que un producto llegue a nuestras manos en un momento en el que no estaba destinado que llegara. Ese dinero que cobró el vendedor antes de tiempo tendría que haberle llegado en otro momento en el que realmente lo necesitara.
Todo el que fuerza el momento, el momento lo fuerza a él.
Por eso aquello que te fué asignado va a llegar a tus manos de una manera u otra.
- Deja que el se encargue y decida por que medio va a llegar esto.
- Creer que todo depende de tí e ir y presionar a la gente a que te compre y tratar de forzar los momentos.
Deja que Dios sea el dueño de tu negocio y guíe todo
Si Dios determina que con tu negocio pequeño prosperes y tengas toda la abundancia acéptalo con Amor, pero si crees que trabajar con grandes sumas de dinero es la clave para ganar más dinero podrías estar muy equivocado. Tu vas a ganar lo que te determinaron en el cielo, independientemente que sea un negocio pequeño o grande.
Para cambiar la cantidad de dinero que te fué determinada en el cielo tendrías que dar caridad, orar o meditar mucho y apartar el diezmo. La riqueza debe surgir desde estar contento con nuestra porción y no desde ME APRESURO A ENRIQUECERME.
La torá no les fué dada si no a aquellos que están satisfechos con lo que tienen hoy y son felices con su parte y no se preocupan por el porvenir.
“Lo que te pertenece lo obtendrás, nadie puede tocar ni una pizca de lo que le pertenece a su prójimo.”
La persona que tiene fé en los negocios no es impulsiva ni firma documentos sin haber pensado antes detenidamente.

No salgas de aval
La persona que se endeuda y necesita un aval se convertirá en esclavo de la persona que le preste, por lo que ser aval involucra quedar atrapado en el sufrimiento de otra persona.
El dinero que viene del juego se considera robado
El dinero que viene del juego es un dinero que no trae bendición o sea no lo puedes disfrutar. La ganancia de uno es fruto de la pérdida de otro.