Cuando El Santísimo Bendito sea Él, creó el mundo. Creó los cielos y la tierra, los sabios nos enseñan que los cielos se refiere a la Conciencia y la tierra se refiere a la realidad que vivimos. O sea que cuando meditamos los 72 nombres de Dios se activa un estado de conciencia que atraerá las lecciones que necesitamos para formar adecuadamente un estado mental adecuado para atraer lecciones en eventos físicos que se transformarán en aprendizaje y finalmente la realidad o la tierra.